EL REVIEWER

Wednesday, March 22, 2006

El sexto sentido reeditado

Es difícil no incurrir en lugares comunes a la hora de comentar una película que es básicamente eso: un compendio de recursos y situaciones de efecto comprobado hasta el hartazgo en el género. Ese es el lugar que ocupa “Los Otros” (2001), de Alejandro Amenabar, dentro de las películas de terror hollywoodense. Y si bien esta industria tiene cada vez menos cosas originales para ofrecer, el caso de Amenabar sorprende: el film no parece haber sido dirigido por él sino por el niño mimado del horror estadounidense, M. Night Shyamalan (razón por la cual - gracias a las semejanzas con “Sexto Sentido”- se adivina el final). La obra es algo asi como un “grandes éxitos” de historias de casas embrujadas. Si hay algo que el director realmente logra es “homenajear” a cuanto clásico del terror se ha presentado en 110 años de cine.
De todas maneras, la película tiene tres puntos rescatables. Uno de ellos es la actuación de su protagonista, Nicole Kidman (ver recuadro), quien no necesita de este rol para confirmar que es una gran actriz pero que de igual forma lo hace. Los otros dos son la fotografía (con un muy complicado efecto de sobre y sub exposición del film, parte fundamental en la narración) y la puesta de época que ubica el relato en una Jersey de los años 50.
En síntesis, “Los Otros” es sólo una más dentro de la infinidad de películas sobre casas embrujadas.

Nicole Kidman
“Esta casa es nuestra, esta casa es nuestra” repite frenética Grace Stewart, el personaje interpretado por la australiana Nicole Kidman. Y es esa obsesión, esa obnubilación propia de quien no quiere ver lo evidente lo que hace de la interpretación de Kidman un aspecto fundamental en la película.
Grace ha sido abandonada por su marido (a quien se presume muerto en la guerra) y debe hacerse cargo de sus dos hijos que sufren de una afección a la luz intensa y de una mansión del siglo pasado. En medio de una casa en tinieblas, Kidman lleva a la perfección el papel de una madre estricta que se niega a creer en maleficios.


Alejandro Amenabar
“Los Otros” representó el desembarco en Hollywood de este director chileno nacionalizado español. Luego de que su película “Abre los ojos” (1997) fuera adquirida por un estudio norteamericano para realizar una reversión en ingles titulada “Vanilla Sky”(2001) y protagonizada por Tom Cruise. Y fue justamente Cruise quien decidió financiar esta historia de terror y suspenso que presentó en la meca de la industria cinematográfica.
Amenabar escribió, dirigió y hasta compuso la música original de su ópera prima en las “grandes ligas”. Pero a pesar de triunfar en rubros técnicos y en la dirección de actores, no consiguió contar una historia que planteara un giro original como lo hizo con “Abre tus ojos”.

Friday, March 03, 2006

VERTIGO para los sentidos

Las comparaciones son odiosas pero inevitables. Y asi como hace unos post anteriores dije que los Stones sonaban pésimo como banda pongo ahora a U2 como un claro contraejemplo.
Los pibes son sólo 4 pero parecen 15 (y hay muy poco sampleado). Eso tiene mucho que ver con que The Edge, sin ser un virtuoso de la guitarra, es un tipo que tiene muy en claro qué sonido quiere, cómo lograrlo y de qué manera se puede acoplar perfectamente a la banda (mención especial para la pared de procesadores que tiene dedicada exclusivamente a su instrumento y el set amps). Y se a eso le sumamos a Clayton y Mullen que entienden que lo suyo es llevar el groove tenemos la formula perfecta: una banda que suena como tal.
De Bono sólo diré esto: Su voz es un clásico en el pop de los últimos 50 años pero su pose en el escenario me parece cada día más verguenzaajenistica.
U2 es claramente una de las 5 bandas en actividad más grandes del mundo capaz de llenar estadios vayan donde vayan. Pero donde le sacan un plus de ventaja al resto es en hacerse cargo de ese status y planear los shows de sus giras como verdaderas fiestas para los sentidos. La Megapantalla que funciona de fondo es sencillamente tre-men-da. Y no sólo por lo que alli se proyecta sino porque el efecto que produce en ellos -dejándolos diminutos frente a tal inmensidad- es muy flashero.
Por último, debo decir que la transimisión del show por TV (al contrario de la del 13 con los Stones) me pareció regular. Se que tener a los pibes constantemente a contraluz no es lo mejor para las cámaras pero me queda la sensación de que no reflejaron exactamente el ambiente del show (btw, qué onda con poner a una pareja transando -tocada de pechos incluida- en el medio de vertigo?).